La ciudad de Segovia, capital de la
provincia del mismo nombre, se encuentra en Castilla y León, al pie de la
Sierra de Guadarrama. Su casco histórico fue declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 1985. Además tiene el récord, junto con Zamora, de
tener el mayor número de iglesias románicas en una ciudad española. Es una
ciudad pequeña y encantadora, y podría ser una excursión perfecta desde Madrid
para un sábado o un domingo.
Segovia se sitúa a unos 100 km de Madrid,
y se puede llegar fácilmente en una hora y media de bus o algo menos en coche. Por un precio un poco más alto también se puede llegar en AVE en tan solo media hora, los billetes se pueden comprar en la página web de la Renfe.
La estación de trenes se encuentra
relativamente lejos del centro, a media hora andando; mientras que la de
autobús se sitúa mucho más céntrica, por lo que recomendamos llegar en autobús
o coche. No obstante, hay que ser precavidos con el coche, ya que no es fácil
encontrar aparcamiento en el centro de Segovia en fin de semana.
¿Qué ver en Segovia?
Comenzaremos nuestro recorrido desde la
estación de autobús, situada al sur del centro, en el Paseo de Ezequiel
González. Subimos hacia el centro por una perpendicular al paseo, la avenida de
Fernández Ladreda, y lo primero que vemos a mano izquierda es la iglesia de San Millán. La torre, de
estilo mudéjar, data del siglo XI.
Al continuar por la avenida, nos
encontramos con otra iglesia, la de San
Clemente, un templo románico del siglo XII. Si caminamos un poco más,
empezaremos a vislumbrar al final de la calle el espectacular Acueducto de Segovia, una
megaestructura romana construida en la época del emperador Trajano, a
principios del siglo II.
Acueducto de Segovia
Además, cuando anochece, lo iluminan todo y, junto a las calles y restaurantes de la zona también iluminados, queda otra bonita imagen.
En la plaza del Azoguejo el acueducto presenta su máxima altura, 28 m (con 6 m de
cimientos). La longitud total de la construcción es de 17 km y tiene capacidad
para abastecer de agua a unas 20.000 personas. Sin duda merece la pena
contemplar esta obra maestra de la ingeniería romana, que sigue en pie y casi
intacta tras casi 2.000 años.
En la misma plaza del Azoguejo, se
encuentra la oficina de turismo de Segovia. Si cruzamos los arcos del
acueducto, veremos a la izquierda una estatua de la diosa loba Luperca
amamantando a Rómulo y Remo, donada
por la ciudad de Roma a Segovia en 1974 para conmemorar los 2000 años del acueducto.
Monumento de Rómulo y Remo
Para conseguir una bonita vista del
acueducto, podemos subir al mirador que se encuentra junto al mismo, al que se
sube por el lado izquierdo de la plaza, por unas escaleras que están a la
derecha de la oficina de turismo.
Seguimos nuestra ruta subiendo por la calle Cervantes, en la parte trasera de la plaza. Nos cruzaremos en seguida con
la Casa de los picos. Se trata de un
edificio del siglo XV, conocido por la decoración de su fachada, que cuenta con
617 remates piramidales de granito. A nosotros nos recordó a la Casa de las
Conchas, de Salamanca.
Continuamos por la calle Juan Bravo, en
cuyo punto medio se sitúa la plaza de
Medina del Campo, con una estatua central de Juan Bravo y el Torreón de
Lozoya de fondo. En la misma plaza, está ubicada la iglesia de San Martín.
Ahora llegamos a la Plaza del Corpus,
desde donde podemos entrar al barrio judío, por la calle de la Judería Vieja. Lo primero que vemos es la Antigua Sinagoga o convento del Corpus
Christi. Se trata de una sinagoga judía que ha sido conservada hasta la
actualidad gracias a su conversión al cristianismo en el siglo XIII.
El barrio judío se caracteriza por sus
calles estrechas, edificios tradicionales, pequeños restaurantes y tiendas de
souvenirs y artesanía. Nos llama la atención que, junto a la puerta de cada
edificio emblemático de este barrio, hay en el suelo un símbolo de la península
ibérica en color dorado. Esta insignia, la cual podemos encontrar en otras ciudades como Toledo o Cáceres, simboliza la unión de juderías
europeas.
Junto al barrio judío, destaca la
magnífica Catedral de Nuestra Señora de
la Asunción y San Frutos, denominada la “Dama de las Catedrales” por su
grandeza y elegancia. Es de estilo gótico tardío, del siglo XVI. Tanto su
exterior como su interior son realmente hermosos, y merece una visita. La
entrada cuesta tan solo 3 €. La Catedral preside la Plaza Mayor de Segovia.
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y San Frutos
Rodeamos la Catedral por la calle Marqués
del Arco. Si giramos a la derecha en la calle de los Desamparados,
encontraremos la Casa de Antonio Machado. El que fuera uno de los más ilustres poetas de la generación del 98, residió en esta casa de 1919 a 1932. Actualmente es un museo, los precios los podéis ver aquí.
Volviendo a nuestra ruta, podemos seguir
recorriendo la calle de Daoiz cuesta abajo hasta encontrarnos de frente con el Alcázar de Segovia. El Alcázar es un
palacio, fortaleza y residencia real construido aproximadamente en el siglo
XII. Fue una de las principales residencias de los Reyes de Castilla. En su
interior, destacan las influencias mudéjares que se mezclan con los amplios
salones románicos. Es célebre por ser el lugar del que partió Isabel la
Católica para ser coronada Reina de Castilla en la Plaza Mayor. Posteriormente,
fue una escuela militar. Hay dos tipos de tickets: uno incluye la entrada al palacio, museo de artillería y torre; y el otro solo el palacio y el museo. Por 2€ de suplemento te hacen una visita guiada y explican por encima la
historia del recinto. Los precios completos los tenéis en su página web.
La mejor
vista del Alcázar se obtiene desde la parte baja de la colina en la que
está situado. Para llegar hasta allí, existen algunos caminos que salen de la calle del Pozo de la Nieve, junto a la plaza posterior del Alcázar. Bajando por
este recorrido llegaremos a una amplia explanada de césped, situada a lo largo
del riachuelo y junto a la calle de San Marcos. La foto desde esa área es
realmente preciosa.
Alcázar de Segovia
Detrás de la misma calle de San Marcos se
sitúa otro símbolo de la ciudad, la iglesia
de la Vera Cruz.
Para volver al centro de Segovia podemos
andar siguiendo la muralla de la ciudad, a lo largo de la cual se encuentran
algunas puertas como la de San Andrés.
¿Dónde comer en Segovia?
Nosotros os recomendamos algunos de los
restaurantes más célebres de la ciudad, donde podréis degustar un delicioso
cochinillo, vino de la zona, morcilla castellana, judiones y otras especialidades.
De postre, el famoso ponche segoviano, un tipo de tarta de mazapán y canela.
Si os pedís el cochinillo entero, para varios eso sí, podréis partirlo con un plato tal y como manda la tradición y luego romper el plato contra el suelo mientras la dueña del restaurante os recita la leyenda. Tenéis que probarlo!
Si os pedís el cochinillo entero, para varios eso sí, podréis partirlo con un plato tal y como manda la tradición y luego romper el plato contra el suelo mientras la dueña del restaurante os recita la leyenda. Tenéis que probarlo!
En la calle Cervantes, se encuentra el
concurrido mesón Casa Duque (nosotros
comimos allí y es 100% recomendable, aunque es conveniente reservar antes); en la plaza del Azoguejo, el mesón Casa
Cándido; y en la calle Cronista Lecea 11, el Restaurante José María.
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